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Elegir un buen agua para preparar nuestro café es casi tan importante como la elección del mismo café, y es que dependiendo de sus cualidades, puede aumentar o empeorar la calidad de nuestra bebida.

Como elegir la mejor agua para nuestro café?

De primeras parece muy complicado si queremos elegir «la mejor» ya que hay muchos factores que influyen, los cuales vistos desde fuera parecen muy difíciles de medir.

Dentro de estos factores tenemos la alcalinidad del agua, su sabor, su colo, también el TDS o el PH son elementos importantes a la hora de elegir la mejor agua para preparar nuestro café.

Como mencioné anteriormente, viendo eso parece una locura, necesitas tener mínimo una ingeniería para entenderlo y saber identificarlo, pero por suerte hay truquitos.

Antes de soltar toda la parrafada, por la que algunos si sentirán interés y otros dirán «uy, cuanto texto, yo esto no me lo leo» iremos con un resumen:

Elegir el agua mineral embotellada o utilizar filtros para el agua del grifo es una opción con la que podremos tener un agua que no afecte negativamente al sabor del café.

El agua sin filtrar, o la denominada «agua dura» que hay en muchos lugares pueden crear una acidez no deseada en nuestra bebida, por lo tanto, una decisión tan barata como utilizar agua embotellada o una jarra filtradora (en este tipo de aparatos lo costoso es el desembolso inicial al comprar la jarra, luego los filtros es cada bastante tiempo y suelen ser económicos) nos ayudará a tener un café con buen sabor.

Qué es la dureza del agua y cual es la recomendable

La dureza del agua se puede resumir como la cantidad de calcio y magnesio que hay en la misma.

Si nos vamos a lo que dice la organización mundial de la salud nos podemos encontrar con lo que dice justo en el apartado de «dureza del agua»:

El agua con una dureza mayor que aproximadamente 200 mg/l, en función de la interacción de otros factores, como el pH y la alcalinidad, puede provocar la formación de incrustaciones en las instalaciones de tratamiento, el sistema de distribución, y las tuberías y depósitos de los edificios.

Por otra parte, las aguas blandas, con una dureza menor que 100 mg/l, pueden tener una capacidad de amortiguación del pH baja y ser, por tanto, más corrosivas para las tuberías.

No se propone ningún valor de referencia basado en efectos sobre la salud para la dureza. No obstante, el grado de dureza del agua puede afectar a su aceptabilidad por parte del consumidor en lo que se refiere al sabor y a la formación de incrustaciones.

Por lo tanto nos encontramos con un parámetro que no es perjudicial para la salud (toda agua potable está dentro de unos límites acordado PERO PUEDE SER DURA O BLANDA). El agua potable que recibimos en nuestros hogares no necesariamente debe ser «neutra», si no que mientras se establezca dentro de unos parámetros puede ser apta para el consumo (aún con el cambio de sabor que eso conlleva).

Tipos de agua	mg/l	°fH	ºdH	ºeH
Agua blanda	≤17	≤1,7	≤0,95	≤1,19
Agua levemente dura	≤60	≤6,0	≤3,35	≤4,20
Agua moderadamente dura	≤120	≤12,0	≤6,70	≤8,39
Agua dura	≤180	≤18,0	≤10,05	≤12,59
Agua muy dura	>180	>18,0	>10,05	>12,59

Por lo tanto, hay que destacar que un agua dura no solamente empeorará el sabor de nuestro café, si no que además nos creará problemas en nuestra cafetera obstruyendo los circuitos de la misma y obligándonos a una descalcificación más constante.

Aquí tenemos un mapa de la dureza del agua en España para que os hagáis una idea: Dureza del agua en españa

Sabor, olor, color y acidez del agua

Si bien los tres primeros parámetros son los más sencillos de analizar, ya que no necesitamos nada externo, simplemente con nuestros «sentidos» podemos detectar si el agua tiene un color transparente o si tiene ese color «blanquecino» propio de algunas localidades, ver si tiene algún olor extraño o un sabor distinto al que consideramos «normal».

En cambio el pH es más complicado de detectar ya que deberemos utilizar un aparato externo.

El pH es una medida que indica la acidez o la alacalinidad del agua. Se define como la concentración de iones de hidrógeno en el agua.

Un líquido con menor pH se convierte en un ácido y con mayor se le denomina básico.

Por poner un ejemplo, dentro de los ácidos que podemos utilizar normalmente nos encontramos con el vinagre o el zumo de limón puro.

Por el contrario, dentro de los denominados básicos nos encontramos el amoníaco o el decolorante.

Un valor «neutro» es de 7, pero el apto para el consumo humano varía entre 6.5 y 8.5.

Por lo tanto, el valor ideal tanto para el sabor del café como para nuestra salud es el que más se acerque a 7, siendo lo óptimo que esté entre 6.5 y 7.5

Si quieres controlar el pH de tu hogar para esta u otra finalidad hay productos que cumplen esa función:

Qué es el TDS en el agua y qué significa?

El TDS es una de las propiedades a analizar, y viene a significar «Total de sólidos disueltos en el agua».

Digamos que es el total de «extras» que van incluidos en el agua (calcio, magnesio, potasio, sodio, bicarbonatos, cloruros y sulfatos).

Según la OMS los rangos estarían entre:

• Menos de 300: Excelente
• 300 – 600: Bueno
• 600 – 900: Regular
• 900 – 1,200: Pobre
• Más de 1,200: Inaceptable

Un valor aceptable estaría hasta los 500.

Es la medida más difícil de calcular, si bien todas las demás podíamos tenerlas de una forma sencilla, esta aunque haya medidores, etc. no detectan todos los componentes que deberían.

Para hacerlo debería hacerse un análisis completo en el laboratorio y esto solamente tendría sentido si tu consumo de agua proviene de un pozo.

Si el agua que llega a tu casa es de un pozo privado, es recomendable hacer de forma periódica análisis de la misma para comprobar todos estos parámetros, si tu consumo proviene de la denominada «agua de la traída» la cual gestiona una empresa con potabilizadoras, etc. No es necesario ya que ellos se encargan de esos análisis.

Resumen para elegir el mejor agua para el café

Como os avisé al principio se venía tremenda parrafada, son los factores más importantes que hay que analizar a la hora de elegir agua para nuestro café.

Pero si somos honestos y prácticos, nadie va a realizar todos esos pasos cada vez que se quiere preparar uno.

Para mi el resumen y el mejor consejo que os puedo dar es el siguiente: Fijarse en la dureza del agua.

Si por ejemplo vives en Galicia no tendrás problema en utilizar el agua del grifo para preparar la bebida (salvo en ocasiones puntuales debido a averías en la red de suministro).

Por el contrario, si vives en Castilla La Mancha o la Comunidad Valenciana que tienen un agua más dura, mi recomendación es que utilicéis agua embotellada, ya no solo por el sabor del café, si no porque vuestras cafeteras os lo agradecerán, teniendo que realizar menos descalcificaciones y se alargará la vida útil de la misma.

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