A menudo, cuando planeamos un viaje, buscamos locales que nos llamen la atención. Pueden ser tiendas peculiares, restaurantes temáticos o librerías antiguas. Todos tenemos nuestras aficiones y, los amantes del café, también podemos encontrar lugares increíbles para disfrutar de esta bebida a lo largo y ancho del planeta. ¡Ahí va nuestra selección!
Cafe Deux Moulins (París)
Si habéis visto la película Amélie conoceréis, sin duda alguna, esta cafetería parisina situada en el barrio de Montmartre. No obstante, la belleza de este local no se encuentra solo en que sea el lugar de trabajo de la protagonista sino en su ambiente bohemio y su acogedor ambiente. Además, está muy cerca del Moulin Rouge, parada obligatoria para cualquier visitante de la capital francesa.
Café de la Paix (París)
En la ciudad de la elegancia por excelencia, lo que sobran son cafés hermosos. En este caso, el Café de la Paix es un local cuyos orígenes se remontan a 1862. Situado al lado de la Ópera, ambos edificios fueron diseñados por Charles Garnier e inaugurados el mismo día.
Maison Bertaux (Londres)
En pleno barrio del Soho se encuentra esta cafetería, una de las más antiguas de la ciudad. Su decoración y su ambiente te despertarán un agradable sentimiento bohemio mientras disfrutas de tu café o té recién hechos.
Café New York (Budapest)
Esta es, sin duda, una de las cafeterías más espectaculares del mundo. Se trata de un local enorme, decorado con gran ornamentación y fastuosidad. Sus chocolates y tartas húngaras son muy conocidas por lo que, si os apetece acompañar vuestra taza de café con un trozo de pastel… ¡No os lo perdáis!
Café Odeon (Zurich)
Esta cafetería no es conocida especialmente por su belleza, pero sí porque Albert Einstein impartió en ella varias conferencias. Además, fue punto de encuentro para diversas personalidades, especialmente durante la Primera Guerra Mundial. La leyenda cuenta que por su interior se paseó, incluso, la mismísima Mata Hari.
A Brasileira (Lisboa)
Cualquier que haya visitado la capital lusa conoce esta cafetería y es que, tanto su interior como su exterior, suelen estar bastante llenos de gente. De estilo modernista, a su belleza arquitectónica se une que, desde su fundación, ha servido el sabroso café brasileño y que, además, ofrece «bica», una taza pequeña de café fuerte y espumoso. La escultura del poeta Fernando Pessoa os dará la bienvenida pues era asiduo de este local.
Café Central (Viena)
Esta cafetería fue fundada en 1860 y en ella se reunió, durante mucho tiempo, una parte muy significativa de la cultura europea. Sigmund Freud, Klimt o Alfred Polgar eran habituales de este local que, además, recibía el sobrenombre jocoso de «universidad del ajedrez», pues era frecuentado por aficionados a este juego. Tras la Segunda Guerra Mundial, cerró sus puertas y, aunque ha abierto de nuevo, en realidad sigue viviendo de su melancólico pasado.
Antico Caffè Greco (Roma)
Esta antiquísima cafetería fue fundada en 1760. Es el café más antiguo de Roma y eso lo diferencia, sin duda, de los demás. Pero es que, además, se trata de un local acogedor y hogareño que sirvió de lugar de reunión a personalidades como Goethe, Byron o Wagner.
Majestic Café (Oporto)
Dice la leyenda que J. K. Rowling comenzó a escribir Harry Potter en las servilletas de este local. Aunque, a día de hoy, esto ha sido desmentido en múltiples ocasiones, lo cierto es que la escritora inglesa frecuentaba este local cuando vivía en la ciudad portuguesa. De estilo modernista, se sitúa en la Rua de Santa Catarina y en él se han concentrado grandes personalidades de la vida cultural y artística de la ciudad.
Café Europa (Praga)
Esta cafetería fue fundada en 1906 y es, sencillamente, deslumbrante. Desde la terraza podrás disfrutar de un boulevard histórico, rodeado de edificios antiguos, que te transportará a la época de los grandes hoteles de lujo.
Café Imperial (Praga)
Situada en el Hotel Art Deco Imperial y con una tradición de más de cien años, esta cafetería era habitual de diversas personalidades, como el escritor Franz Kafka. Aunque la ciudadanía checa la abandonó durante la Segunda Guerra Mundial por ser un lugar frecuentado por las tropas alemanas, en la actualidad ha recuperado su esplendor.
Café Tortoni (Buenos Aires)
Fundado en 1858, es el más antiguo de la capital argentina. De estilo clásico y con techos de vidrio, fue frecuentado por artistas como Borges, Cortázar o Gardel.
Quadri (Venecia)
El mérito de esta cafetería está en haber sido la primera en servir café a la turca fuera de su país de origen. Además, se convirtió en lugar habitual para Wagner cuando Verdi eligió el Café Florian, al que él solía ir, como lugar de inspiración.
Café Iruña (Pamplona)
Situada en la Plaza del Castillo, Hemingway era un visitante habitual de este local y precisamente a él debe su fama mundial.