El café es una de las bebidas más populares y consumidas en todo el mundo, y no es para menos.
Además de su delicioso sabor y aroma, el café nos aporta energía, nos ayuda a concentrarnos, nos relaja y nos hace disfrutar de cada momento.
Pero, ¿sabes cómo preparar un café perfecto en casa? ¿Qué tipo de café elegir, qué cafetera usar, cómo moler los granos, cómo conservarlos, cómo medir las cantidades, cómo servirlo?
En este post te vamos a dar todos los consejos, trucos y recomendaciones que necesitas para convertirte en un experto barista y sorprender a tus invitados con el mejor café casero.
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Tipos de café
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de preparar un buen café es la materia prima, es decir, los granos de café.
Existen diferentes variedades de café, pero las más consumidas en todo el mundo son dos: arábica y robusta.
El arábica contiene menos cafeína y proporciona un café más suave con aromas afrutados.
Los robustas tienen más cuerpo, son algo más amargos, concentran una mayor cantidad de cafeína y se suelen percibir como más fuertes de sabor.
También se pueden encontrar mezclas de ambas variedades en diferentes proporciones, según el gusto de cada uno.
De lo que hay que huir para siempre es del torrefacto, un crimen contra el café de calidad.
A pesar de lo que mucha gente sigue creyendo, no contiene más cafeína porque parece que es más “fuerte”.
Sencillamente es más amargo porque se mezcla con azúcar, que al calentarse se carameliza y se quema, destrozando las cualidades del café.
Siempre, siempre, café natural.
Otro aspecto importante es el origen del café, ya que cada país o región productora tiene sus propias características climáticas, geográficas y culturales que influyen en el sabor y el aroma del café.
Algunos de los países más famosos por su café son Brasil, Colombia, Etiopía, Kenia, Indonesia, Vietnam o Costa Rica, entre otros.
Lo ideal es probar diferentes orígenes y descubrir cuál se adapta mejor a nuestro paladar.
Cafeteras
Una vez que tenemos claro qué tipo de café queremos, el siguiente paso es elegir la cafetera adecuada para prepararlo.
Existen muchos tipos de cafeteras, cada una con sus ventajas e inconvenientes, y la elección dependerá de nuestras preferencias, nuestro presupuesto y nuestro nivel de exigencia.
Estas son algunas de las cafeteras más populares y cómo usarlas correctamente:
- Cafetera italiana o moka: Es la cafetera tradicional de toda la vida, la que se pone al fuego y hace ese ruido tan característico cuando el café está listo.
Es muy fácil de usar y económica, y produce un café intenso y aromático.
Para usarla, hay que llenar el depósito de agua hasta el nivel de la válvula de seguridad, poner el café molido en el filtro sin presionarlo, enroscar las dos partes de la cafetera y ponerla al fuego.
Cuando el café empiece a salir por el pitorro, hay que bajar el fuego y retirar la cafetera cuando el depósito superior esté lleno.
No hay que dejar que el café hierva, ya que se quemaría y perdería sabor.
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- Cafetera de émbolo o prensa francesa: Es una cafetera de vidrio o metal con un émbolo que tiene un filtro de malla metálica.
Es muy sencilla de usar y permite extraer todos los aceites y aromas del café.
Para usarla, hay que calentar el agua hasta que hierva y luego dejarla reposar durante 30 segundos, ya que la temperatura ideal para preparar el café es de 93 °C.
Un truco útil: utiliza café de molienda gruesa y consistencia similar a la sal marina.
Agrega tu café molido al fondo de la cafetera y vierte lentamente el agua.
Deja reposar el café durante unos 4 minutos y luego baja el émbolo con cuidado, sin presionar demasiado.
Sirve el café inmediatamente o pásalo a otro recipiente, ya que si lo dejas en la cafetera se seguirá extrayendo y se amargará.
- Cafetera de filtro o goteo: Es una cafetera eléctrica que calienta el agua y la hace pasar a través de un filtro de papel con el café molido.
Es muy práctica y cómoda, ya que se puede programar para tener el café listo a la hora que queramos.
Además, tiene una jarra térmica que mantiene el café caliente durante más tiempo.
Para usarla, hay que poner un filtro de papel en el portafiltro, añadir el café molido (unos 10 gramos por cada 180 ml de agua) y llenar el depósito de agua.
Enciende la cafetera y espera a que el café se filtre. Disfruta de tu café o mantenlo caliente en la jarra.
- Cafetera de cápsulas: Es una cafetera eléctrica que funciona con cápsulas monodosis de café, que se introducen en un compartimento y se perforan con una aguja.
La cafetera inyecta agua caliente a presión a través de la cápsula y extrae el café.
Es muy rápida y fácil de usar, y ofrece una gran variedad de sabores y tipos de café.
Además, algunas cafeteras de cápsulas también permiten preparar otras bebidas como chocolate caliente o infusiones.
Para usarla, hay que encender la cafetera, esperar a que se caliente, introducir la cápsula de café elegida, colocar la taza debajo del surtidor y pulsar el botón correspondiente al tamaño de café que queramos.
Retira la cápsula usada y disfruta de tu café.
- Cafetera express o espresso: Es una cafetera eléctrica que utiliza una bomba de presión para forzar el paso del agua caliente a través del café molido, que se coloca en un portafiltro con un filtro metálico.
Es la cafetera que se usa en las cafeterías profesionales, y produce un café muy concentrado, cremoso y aromático.
También tiene un vaporizador para espumar la leche y preparar capuchinos, lattes o macchiatos.
Para usarla, hay que encender la cafetera, esperar a que se caliente, llenar el portafiltro con el café molido (unos 7 gramos por cada taza) y presionarlo con una cuchara o un tamper.
Engancha el portafiltro en la cafetera y coloca la taza debajo del surtidor.
Pulsa el botón de extracción y espera a que salga el café. Si quieres espumar la leche, llena un recipiente con la leche fría, sumerge el vaporizador en la leche y abre la válvula.
Mueve el recipiente en círculos hasta que la leche tenga la consistencia y la temperatura deseadas.
Vierte la leche sobre el café y decora con canela, cacao o lo que prefieras.
Consejos y trucos
Además de elegir un buen café y una buena cafetera, hay algunos consejos y trucos que pueden ayudarte a mejorar el resultado final de tu café casero. Toma nota de estos:
Muele el café justo antes de prepararlo: El café empieza a perder aroma y sabor desde el momento en que se muele, por lo que es mejor comprar el café en grano y molerlo en casa, ya sea con una cafetera automática o con un molinillo aparte.
Si es manual, mucho mejor, ya que no calienta el café y respeta mejor sus propiedades.
Ajusta el grado de molienda al tipo de cafetera: Cada cafetera requiere un grado de molienda diferente, según la presión y el tiempo de contacto del agua con el café.
Por lo general, cuanto más corto sea el tiempo de extracción, más fino debe ser el molido, y viceversa.
Por ejemplo, para una cafetera express se necesita un molido fino, para una cafetera de filtro se necesita un molido medio y para una cafetera de émbolo se necesita un molido
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